Ensenada del puerto. Archivo: Javier Medina |
Fue una noche infernal. Numerosos árboles fueron arrancados de cuajo. El temporal causó grandes destrozos en los locales de ocio del Paseo del Carmen: la Peña Esteponense; Restaurante Miramar; Miramar Cinema; La Mezquita; El Dos de Mayo; Restaurante Iberia se anegaron. Las olas saltaron hasta la travesía de la N-340 inundando las viviendas de esa zona. La mayoría de casas con fachada al mar, tenían también acceso a calle Real, con lo que el agua entraba por una puerta y salía por la otra. Todas las calles que confluían a la carretera era una entrada de agua a la calle Real y sus viviendas. El fluido eléctrico estuvo cortado toda la noche y las comunicaciones telefónicas era irregulares y se realizaban con gran dificultad.
Ensenada del puerto. Archivo: Javier Medina |
En el puerto, a pesar de reforzar las amarras de las embarcaciones, tres pesqueros las rompieron y un yate se hundió (ver fotografía adjunta).
El diario Sur publicaba al respecto lo siguiente: “El análisis meteorológico de sus causas es muy simple. La entrada de un frente de aire frío continental impulsado por un potente anticiclón, el desplazamiento del de las Azores hacia las costas de Terranova (lo que permitió ocupar la zona a una fuerte borrasca situada frente al cabo de San Vicente) y la presencia de bajas presiones en el Mediterráneo oriental hicieron el resto. El boletín del día siguiente era muy explícito: «Los vientos que lanza el anticiclón por su borde sur pasan encajonados a través del estrecho de Gibraltar, determinando violentos temporales frente a las costas de Málaga, Melilla, Cádiz y Tarifa».”
Dique de poniente. A la izquierda se puede ver el mástil del yate hundido. Archivo: Javier Medina |
ABC también apuntaba su análisis meteorológico de este temporal: “A nuestra costa sur mediterránea le ha tocado ahora ser la zona de fricción entre dos grandes colosos: el anticiclón continental y la borrasca atlántica. El punto de confluencia de las dos grandes corrientes producidas en torno a ambos núcleos está justamente al sur de la Península. El norte de África, incluso el suroeste español, quedan aún relativamente resguardados a sotavento de las montañas que bordean la costa. Málaga, Gibraltar e incluso Tánger están en el mismo frente de ataque y convergencia de las líneas de corriente.
El anticiclón contribuye, pues, a una corriente de Levante en el Estrecho, pero, como puede verse, ese aire procede en realidad de Centroeuropa, después de un largo rodeo por el Mediterráneo. Se trata naturalmente, de un aire muy frio, que, aunque sopla del Este, e incluso con algún componente Sur, tiene su fuente de origen en el corazón del continente, donde ahora reina una terrible ola de frío.
Esta borrasca, situada frente al Golfo de Cádiz, es la que ha venido amenazando nuestro tiempo, y ahora, al duplicar la acción impulsora del anticiclón, ha dado lugar a un violento temporal de viento.
Por el momento la depresión no avanza hacia nosotros, sino permanece estacionaria y se debilita ligeramente. El anticiclón también inicia un pequeño repliegue hacia el interior, con lo cual cabe esperar que pronto se inicie una mejoría de la situación en el Estrecho y la fuerza del viento comience a ceder […]”.
Dique de poniente. Archivo: Javier Medina |
Aquel día, las principales capitales europeas registraron temperaturas con los siguientes valores: Lisboa, (7º C) grados; Copenhague, (2º C); Madrid, (1º C); Barcelona (0º C); Berlín y Roma (-2º C); Varsovia (-3º C); Bruselas, (- 4º C); Viena, (-6º C); Londres y Praga, (-8º C); París, (-10º C); Ginebra y Moscú (-12º C) y Belgrado (-27º C).
Dique de poniente. Archivo: Javier Medina. |
El expreso de Algeciras-Madrid no salió debido a la caída de un gran número de árboles sobre la vía. Las comunicaciones marítimas y aéreas entre las dos ciudades españolas de Ceuta y Melilla con la península, quedaron suspendidas. El avión del servicio regular Londres-Gibraltar, tuvo que aterrizar en el aeropuerto de San Pablo de Sevilla, con los depósitos de reserva de queroseno casi agotados; asimismo, el aeropuerto de Tánger quedó cerrado al tráfico suspendiendo el avión de servicio regular Tánger- Sevilla, no pudiendo aterrizar el que procedía de Gibraltar. [1].
Dique de poniente. Archivo: Javier Medina |
El transbordador de Tánger <<Ciudad de Tarifa>>, fondeó cerca de Algeciras debido al huracán que le arrancó los anclas, quedando embarrancado en unos arrecifes cerca de esa ciudad y con una vía de agua en el motor principal, pero sin peligro para los 120 pasajeros que iban a bordo. Todos los puertos del Estrecho: Tánger; Ceuta; Tarifa y Algeciras permanecieron cerrados a la navegación. [2].
Bloques de hormigón del dique de levante removidos de su lugar por el fortísimo oleaje. Archivo: Javier Medina |
El carguero español “Campo Grande” de 5.907 toneladas, atracado en el Puerto de Málaga que se encontraba cargando mineral en el muelle número 6, se rompieron las amarras y fue lanzado violentamente por el fuerte viento contra el dique 4 destrozando el timón y abordando dicho dique flotante causando importantes daños. Se hundieron seis embarcaciones. El muelle de contención del morro de levante se partió por dos zonas. El Parque de Málaga quedó seriamente dañado con numerosos árboles arrancados de cuajo, entre ellos un ficus de grandes dimensiones. El temporal destrozó también varias chabolas en las humildes barriadas de las playas del Bulto y San Andrés, así como algunas casas de pescadores de Pedregalejo, El Palo y La Malagueta [3]
Peña Esteponense. Archivo: Javier Medina |
Peña Esteponense. Archivo: Javier Medina |
Vista desde la Peña Esteponense hacia la zona de levante. Archivo: Javier Medina |
Peña Esteponense. Archivo: Javier Medina |
Vista desde el Restaurante Miramar hacia poniente. Al fondo, el faro. Archivo: Javier Medina |
Vista desde el Restaurante Miramar hacia la zona de levante. Archivo: Javier Medina |
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