02 diciembre 2024

Ramón Gil González y Bonifacio Marco Jerez, dos personajes emparentados políticamente.

 


                                    Ramón Gil González (fotógrafo)                                         

Ramón Gil González.
Archivo: Sira Glynn Gil


                   Ramón Gil González, fotógrafo (Benarrabá 1878-La Línea de la Concepción 1952). Era hijo de Ramón Gil Romero, (Benarrabá 1841- La Línea de la Concepción 1921) y de María González Rubio (Benarrabá ¿…?-Benarrabá 1870).

                          Fue un excelente fotógrafo radicado en La Línea de la Concepción, lugar donde desarrolló gran parte de su trabajo profesional como también en Estepona.

                       Tuvo varios Estudios de fotografía en La Línea: en calle Libertad, 5 (la denominación de esta calle debió ser en época republicana a juzgar por el nombre, antes fue calle Real); en calle Rosa, 4; en calle Sol, 8 y posiblemente en calle Doctor Villar.


Ramón Gil González
Archivo: Sira Glynn Gil



                    Por testimonio de familiares de Ramón, fotografías de esteponeros retratados por él y el sello de lacre en el paspartú de una de sus fotografías, se ha podido averiguar que tuvo un Estudio Fotográfico en Estepona.

Fotografía de 1910 aproximadamente de un grupo musical de Estepona.
Autor: Ramón Gil González. Archivo: Ana Pérez Díaz.


                    Sabíamos también que pasaba largas temporadas en Estepona, sobre todo en verano, ya que aquí vivían dos de sus hermanas y posiblemente, en casa de alguna de ellas montara su estudio itinerante donde traería sus bártulos: fondos, trípodes, cámaras, químicos de revelado, etc. al igual que hacía su coetáneo, nuestro fotógrafo local Miguel Ramírez Huescar, que también realizaba el mismo viaje pero a la inversa, es decir, Miguel a lomos de una mula y acompañado de su cuñado José Mata y su perrillo Lucero, se trasladaba de Estepona a La Línea a realizar su trabajo en esa ciudad, mientras, su cuñado José, hacía por medio de un remitente (intermediario) en Gibraltar, el trueque de las frutas y verduras de su campo por productos de contrabando –actividad muy frecuente en nuestra zona- como: azúcar; café (“La Negrita”); tabaco (“El Cubanito”, “El Águila”, “El Imperial”); medias de nylon; jabón carbónico y toda una serie de productos como la penicilina, que aunque en España llegó en 1944, era muy difícil conseguirla debido a su escasez.

           

Ramón Gil González
Archivo: Sira Glynn Gil

             

                        Ramón, casó con Ana Becerra, fruto de ese matrimonio tuvieron seis hijos, dos de ellos fallecieron a muy temprana edad. Su primogénito, Eloy Gil Becerra fue un ATS muy querido y respetado y tercer Teniente de Alcalde de La Línea en 1970, donde tiene una calle dedicada a su memoria ya que era una persona muy comprometida socialmente. La gente de cierta edad de La Línea, aún recuerdan con cariño a Eloy con su moto Guzzy roja visitando a sus pacientes.

Fotografía dedicada al reverso a don Enrique López Frías de los exploradores
linenses. Boy Scout. Autor de la fotografía: Ramón Gil González.
Archivo: todocolección.


                               Las hermanas del fotógrafo que vivían en Estepona eran, María y Victoria. 

                      María se casó con Bonifacio Marco Jerez, sobrino del eminente doctor esteponero Miguel Jerez Marmolejo, de ahí que Ramón fotografiara a parte de la familia del médico.

Sanidad Militar. Cruz Roja
Autor: Ramón Gil González
Archivo: todocolección


                           Victoria casó con Aquilino. Estos tuvieron una lechería en la travesía de la N-340 a su paso por Estepona, lindante con el bar de Roque y el emblemático palacete de Fco. Sánchez Vázquez.

                          El fotógrafo tenía también otra hermana, Dolores, que vivía en La Línea de la Concepción, madre del polifacético y brillante escritor, periodista, y poeta, Gabriel Baldrich, quien compuso el pasodoble dedicado a La Línea de la Concepción, Española y Gaditana que terminaría convirtiéndose en el himno de dicha ciudad.

Ramón Gil González. La fotografía de la derecha era un permiso para entrar
en Gibraltar, expedido el 19 de agosto de 1943. Archivo: Sira Glynn Gil.


                      Gabriel también pasaba largas temporadas con sus familiares en Estepona, de hecho, en el siguiente documento del Batallón Pablo Iglesias, aparece su dirección como calle Concepción nº 25, la casa de sus tíos, Victoria y Aquilino: “BELDRICH GIL, GABRIEL. Natural de Melilla y vecino de Estepona, con domicilio en calle Concepción 25, de 22 años, soltero, estudiante. Afiliado a la UGT y al Partido Comunista. Miliciano”. [1]

Eloy Gil Becerra, ATS, hijo de Ramón Gil González
Autor: Ramón Gil González. Archivo: Sira Glynn Gil


                        Mientras estudiaba medicina en Madrid, le sorprendió la guerra civil, donde resultó herido, por lo que lo trasladaron a Alicante, donde conoció al poeta Miguel Hernández. Baldrich publicó con Miguel Hernández y Leopoldo de Luis el poemario Versos en la guerra.

Fotografía de Antoñita Martín Díaz, sobrina del diputado y
abogado, don Cristóbal Navarro Díaz, uno de los hombres
 más acaudalados de Estepona. Autor: Ramón Gil González. 
Archivo: Mari Carmen López


                           Sufrió la represión franquista, pasando cuatro años en la cárcel y dos en un batallón disciplinario. En internet hay una profusa información sobre él. [2]

Fotografía de Fina Rodríguez "La Antequerana", hija de
Manuel Rodríguez García, propietario de Bodega la
 Nueva.
Autor: Ramón Gil González. Archivo: Teresa Janeiro.


                              Terminando con la breve semblanza de Ramón Gil, tengo que reivindicar una vez más la figura del fotógrafo de aquellos tiempos y el papel tan fundamental que jugó en la época que le tocó vivir. Es de admirar con los medios tan limitados que poseían, las fotografías tan fantásticas que realizaban, prueba de ello son las instantáneas de esta publicación que ofrece una buena muestra de la obra de Ramón Gil. Por otra parte, eran notarios de los usos y costumbres de sus paisanos. Afortunadamente, en la actualidad, creo que se le está dando el sitio que se merecen, por el inmenso valor que tiene la documentación gráfica de estos artistas, sin cuya aportación, la historia hubiera quedado notablemente mutilada.

                       

                                           Bonifacio Marco Jerez

Bonifacio Marco Jerez
Archivo Sira Glyn Gil


                                Los padres de Bonifacio fueron, Eduardo Marco Martínez y María Jerez Marmolejo (Estepona1867-Estepona1885) hermana ésta última del doctor don Miguel Jerez Marmolejo.

                                  Eduardo Marco fue hasta el 7 de abril de 1894, Depositario Municipal y Mayordomo del Pósito Público, pasando sus funciones a Agustín Sánchez Lozano. [3]

De izquierda a derecha, Francisca Jerez Janeiro, hija del
doctor Miguel Jerez; María Gil González (centro), hermana
del autor de la fotografía; Anita Rubiales Janeiro, hijastra
del mencionado médico. Sentada, María Tineo, cuñada
de Pedro Rubiales Janeiro, hijastro del médico. La primera
era prima hermana de Bonifacio Marco Jerez.
Autor: Ramón Gil González. Archivo: Teresa Janeiro. 


                             Bonifacio quedó huérfano siendo muy niño. Su madre y su hermana Elisea recién nacida, fallecieron durante la última epidemia de cólera del s. XIX, que asoló España en 1885, y con especial crudeza a Estepona, con más de un centenar de fallecidos. La provincia de Málaga arrojó un balance de mil setecientos muertos.

Fotografía de 1910 aproximadamente, de un grupo musical de Estepona.
Autor: Ramón Gil González. Archivo: Ana Pérez Díaz.

                                    María y su hija Elisea, fallecieron el 14 y el 26 de octubre de 1885 respectivamente.

                                   Dada la proyección social y política de Miguel Jerez Vázquez, abuelo de Bonifacio, más de una decena de diarios nacionales de gran tirada, se hicieron eco del fallecimiento de su hija y nieta.

Fotografía de Francisca Jerez Janeiro, hija del doctor
Miguel Jerez y prima de Bonifacio Marco Jerez.
Autor: Ramón Gil González. Archivo: Teresa Janeiro.


                              El siguiente recorte de prensa de “El Globo” de 16 de noviembre de 1885, se refiere al fallecimiento de la madre y hermana de Bonifacio: 



Estos son algunos de los diarios que se hicieron eco de la terrible epidemia de cólera de 1885: El Liberal 17/10/1885, p. 2 y 14/1/1886, p. 3; El Siglo Futuro 17/10/1885, p. 3 y 30/10/1885, p. 3; La Crónica (Huesca) 4/5/1886, p. 5; La Unión de 30/12/1885, p. 3 y 15/1/1886, p. 2; Diario Oficial de Avisos de Madrid de 19/1/1886, p. 3; El Día 11/10/1885, p. 1, y 18/1/1886, p. 2 y 1/2/1886, p.1.

Fotografía de finales del s. XIX.
 De pie, Ramón Gil González, fotógrafo. Sentada a la izquierda con
guitarra, Victoria, su hermana, seguida de su cuñado, Bonifacio
Marco Jerez, detrás de éste, María esposa de éste último y hermana
de los anteriores. Archivo: Sira Glynn Gil


                                    Su tío, el doctor Jerez, lo crio y educó como a un hijo. Fue un mal estudiante. A pesar de su elevada posición económica, no quiso cursar estudios superiores, por lo que su tío, utilizando sus influencias logró introducirlo a trabajar como Auxiliar temporero de Secretaría  en el ayuntamiento.

                           El 12 de junio de 1940 – ya siendo Oficial tercero interino de Secretaría- se leyó en acta municipal un expediente abierto contra él que reproduzco a continuación: “[…]La Comisión Gestora, quedó enterada del expediente iniciado por la Alcaldía sobre supresión de empleo y sueldo por treinta días, al Oficial de Secretaría D. Bonifacio Marco Jerez, por sus reiteradas faltas de asistencia a la Oficina sin causa justificada y sin haber obtenido licencia para ello, debidas a su habitual vicio de embriaguez, por lo que viene causando graves perjuicios a los servicios que le están encomendados, acordando por unanimidad, ratificar la supresión de empleo y sueldo de treinta días decretada por la Alcaldía Presidencia y delegar en el Gestor D. Francisco Sánchez Vázquez, presente en la sesión, para la ampliación del citado expediente y su elevación a destitución, si procediese, en cumplimiento de lo preceptuado en el artículo 196, de la vigente Ley Municipal de 31 de Octubre de 1935 […]”.

                                      El 28 de junio la Comisión Gestora del municipio celebró de nuevo una sesión extraordinaria para tratar el tema de las faltas de asistencia y la indisciplina de Bonifacio.

Teresita Jerez Janeiro, hija menor del doctor Miguel
 Jerez y prima de Bonifacio Marco Jerez.
Autor: Ramón Gil González. Archivo: Teresa Janeiro 


                                      Finalmente, el 31 de julio, dicha comisión celebró de nuevo una sesión extraordinaria que paso a reproducir: “[…] resolver expediente tramitado al Oficial tercero interino de la Secretaría de este Ayuntamiento Don Bonifacio Marco Jerez, por faltas cometidas en el ejercicio de sus funciones; y declarada abierta el Sr. Alcalde Presidente ordenó al infrascrito Secretario diera cuenta por íntegra lectura al expediente tramitado al Oficial tercero interino de la Secretaría de este Ayuntamiento D. Bonifacio Marco Jerez, con motivo de la distribución indebida de vales para el abastecimiento de azúcar a los vecinos en la taberna denominada del Gallo,- el propietario de dicho bar, Manuel Ordoñez López, era tío paterno del autor de este artículo- sita en la Plaza Augusto Suárez de Figueroa número 1, entre las nueve y once de la noche del día 23 del actual, resultando que según manifestación de los Agentes Municipales, D. José Cano Ruiz y D. Diego Chacón Guerrero y vecinos María Navarro Horrillo y Eulogio Chacón Senús, dicho empleado se encontraba embriagado.

Que por otro expediente seguido al citado funcionario, entre otras faltas graves, por la embriaguez habitual, fue corregido en sesión celebrada el 28 de junio próximo pasado, con un mes de suspensión de empleo y sueldo que quedó extinguida en 15 del presente mes.

Que de aquel expediente se le dio vista al interesado por medio de declaración evacuada en 24 de los corrientes, alegando no se hallaba embriagado pero que llegó al establecimiento con intención de tomar una copa y abordado por varias mujeres se decidió a facilitarles vale para remediar necesidades de familiares enfermos.

Y considerando que la expresada documentación distribuida ilegalmente entre vecinos a quienes no pertenecía con perjuicio de otros que les correspondía este derecho, debió de quedar en la oficina respectiva custodiada fielmente, constituyendo el hecho un abuso de funciones para lo que no estaba autorizado, no siendo tampoco las horas en que realizara la distribución las legales para el cumplimiento de este servicio y comprobado ser un funcionario insubordinado e incorregible, hallándose comprendidas las faltas graves cometidas por el mismo de, insubordinación y desobediencia y de embriaguez habitual que le hace desmerecer en el concepto público, en los números 2 y 5 del artículo 194 de la vigente Ley Municipal, la Comisión Gestora por unanimidad de las tres cuartas partes de sus componentes presentes, acordó destituir del cargo de Oficial tercero interino de la Secretaría a D. Bonifacio Marco Jerez que venía desempeñando, de acuerdo con lo preceptuado con los artículos 195 y 196 de la referida ley municipal; notificándosele este acuerdo al interesado para su conocimiento y efectos procedentes[…]” [4]  

La flecha blanca apunta hacia el rótulo de la lechería de Victoria y Aquilino.
Archivo sin referencia.

                         A  la luz de este acta, una de las infracciones más grave que cometió Bonifacio en el desempeño de sus funciones en el ayuntamiento, fue, entregar a unas mujeres vales de las cartillas de racionamiento que no les pertenecía, con el argumento que era para sus familiares enfermos. Hablamos de 1940, uno de los años de posguerra que alcanzó el pico más alto de hambruna en España. Entendiendo la desesperación de esa gente hambrienta, Bonifacio cometió un gravísimo error, ya que la entrega de esos vales, suponía que otras personas que sí les pertenecía se quedarían sin ellos, siendo vitales  para su supervivencia.            

                           Tras la prematura muerte de su madre y hermana, quedó como heredero universal de una gran fortuna. Las casas de la zona izquierda de calle Concepción eran casi todas de su propiedad.

                               Como cité anteriormente, Bonifacio casó con María Gil González, natural de La Línea de la Concepción, de la que enviudó siendo ambos muy jóvenes. No tuvieron descendencia. 

                                En 1934 estaba afiliado al Partido Radical.

                              Extracto del procedimiento que se le instruyó y declaración ante el Comité de Salud Pública.

Causa General. Archivo: Biblioteca Nacional

"[…] el sumario de esta causa, fue varias veces reabierto, el Comité de Investigación y Vigilancia de Estepona, intentó por todos los medios a su alcance neutralizar la influencia que sobre los jueces pudieran tener los testimonios exculpatorios. Frente a estos insistió, mediante la elaboración de nuevos informes en la peligrosidad de los detenidos. A falta de pruebas que pudieran probar la participación de los acusados en el golpe militar, declaró que si no lo hicieron fue, porque las organizaciones obreras se lo habían impedido […]” [5]

                               Es decir, el comité revolucionario antes mencionado, tenía tanto poder ante los jueces, que a éstos había que presentarle  a todo trance cualquier testimonio falso de los encausados con tal de condenarlos, por tanto, la causa fue varias veces reabierta. 

                               Esa es la parte oscura de la Memoria Histórica según palabras del profesor e historiador Antonio Nadal. 

                                  

Causa General. Archivo: Biblioteca Nacional


                             El 13 de diciembre de 1936, durante la represión en la zona republicana - las tropas sublevadas aún no habían tomado Estepona-, fue juzgado y sentenciado a dos años de privación de libertad. En febrero de 1937 fue liberado por las fuerzas nacionalistas.

Causa General. Archivo: Biblioteca Nacional

                                  Tras la muerte de su esposa y la expulsión de su trabajo en el ayuntamiento, su vicio por la bebida y el juego se recrudeció, hasta el punto que en un corto espacio de tiempo, la enorme fortuna que heredó fue dilapidada.

                                Solo, arruinado y sin familia, tuvo la suerte que los familiares de su difunta esposa lo acogió en la Línea de la Concepción, al igual que hicieran con Victoria y Aquilino que tampoco tuvieron descendencia, falleciendo en esa misma ciudad donde reposan sus restos mortales.


Referencias

· [1]      Blog Crónicas desde Cártama de Fernando Bravo Conejo.

· [2]      Wikipedia

· [3][4]  Blog Avatar de Francisco Medina

· [5] PRIETO BORREGO, Lucía. Los poderes locales de Istán y Estepona y la                  justicia popular (1936-1937)


Fuentes

 · Biblioteca Nacional

 · Diario El Globo

 · Antonio Jerez de la Vega

 · Ana Pérez Díaz

 · María del Carmen López

Agradecimientos

A Sira Glynn Gil y a Teresa Janeiro Horrillo por sus testimonios orales y fotografías aportadas.





 

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